Hoy es el turno de la historia danzada de Yamila Ketti 🙂
Bailo desde muy pequeñita. Mamá es artista y siempre deseo que yo también lo sea.
Comencé con ballet a los 3 añitos. A los 6 probé danza árabe y a los 7 contorsionismo. Toda mi infancia se enfocó en bailar, que para mi suerte lo pude hacer y disfrute mucho, salía de la escuela y merendaba en una estación de servicio hasta entrar a una clase de ballet, luego a casa o a la clase de árabe, otro día a entrenar para las competencias de contorsión. Participe de muchas muestras, presentaciones individuales y competencias.
Con tan solo 12 años pude recibirme de los profesorados privados de árabe y danza clásica. Sin lugar a dudas en mi adolescencia segui bailando.
A los 16 años comencé a trabajar como ayudante de danza clásica infantil de mi maestra de toda la vida, fue la puerta a lo que continuo haciendo hasta hoy; trabajé en pueblitos de alrededores y en muchos estudios privados de mi ciudad.
Hasta que al momento de terminar la secundaria, decidí audicionar para entrar en la Universidad de Artes. Fue un golpe de agua fría darme cuenta que había un mundo más grande por descubrir en la Capital, f
uera de los profesores que habían o venían a mi ciudad.
No entré al primer intento, pero me sirvió y lo agradezco, perfeccione mi técnica e incorporé otras que no dominaba, al siguiente año pude entrar y fue un gran cambio. Vivir en la gran ciudad, sola y afrontando lo desconocido, pero algo que nunca se alejo de mí, o yo de ella, fue la Danza.
Hoy, después de cuatro años, siendo estudiante de artes del movimiento, siendo docente y bailarina, sigo
cuestionandome si es el camino correcto, si lo que estoy haciendo es lo mejor, si vale la pena seguir, y hasta en los momentos grises la respuesta es siempre si.
El arte y el lenguaje de la Danza es parte de mí, de como soy, de mi cotidianeidad, de mi entorno, de lo que disfruto y me hace feliz. Nunca deja de sorprender todo lo que sucede a su alrededor.
Cuantas veces intentamos algo y no ocurre, y cuantas veces mas debemos seguir
adelante para cumplir nuestros sueños. Gracias Yami por compartir tu historia!
Tati.-
Ph: Flor Falabella