¿Alguna vez dejaste o tuviste que dejar la Danza? ¿Por qué? ¿Volverías?
Creo que pueden haber mil razones para dejarla pero hay otras mil para volver.
Ojalá que si tuviste que dejar la Danza por un tiempo, esta historia llegue a vos y puedas volver 🙂
Comparto la historia danzada #2 de Miranda Roscelli :
Desde siempre me gustó la danza, era la que se despertaba 20 minutos más temprano para poner en la videocasetera películas musicales para aprender las coreografías antes de ir al jardín.
Empezé a los 5 en una escuelita de danza clásica en la biblioteca municipal de mi barrio.
Mi mamá a los 2 años me cambió a una academia un poco más seria, con una profesora con la que ella había estudiado más de joven.
Como era la más chica de la clase, la profesora me tenía cortita, siempre adelante de todo y corregía hasta el más mínimo detalle. A veces entraba llorando a la clase y hacía mil berrinches (hoy en día le sigo preguntando a mi mamá porque ella insistía en seguir llevándome si hacía tanto quilombo al llegar, y su respuesta es siempre la misma “tal vez entrabas con los ojos rojos y gritando, pero una vez colocada en la barra tu mirada cambiaba por que realmente amabas estar ahí”).
Por un tiempo dejé el estudio, por un cambio de aire y nuevas exigencias en mi vida. Hasta que tuve que hacer un trabajo de investigación inspirado en algún de elemento o cosa que nos guste y que tenga análisis profundo, y en ese momento no dudé por un minuto en la danza clásica, y ahí me di cuenta de todo lo que me gustaba y extrañaba de esta hermosa disciplina.
Retomé con la misma profesora y al principio no tenía ni la menor idea de que hacer, no sabía ni lo que era un tendu. Fue frustrante porque me sentía re fracasada en la danza, mortificandome por haber dejado, pero mi maestra desde la primera clase me dijo “en esta danza solo se puede avanzar con pasión y paciencia, el cuerpo tiene memoria, date tiempo”.
Y así fue, fue complicado al principio, pero pude participar de las muestras de fin de año, recuperando mis empeines y volviendo a subirme a las puntas y con unas ganas locas de seguir mejorando y no parar nunca nunca de bailar.
Gracias Miranda (@lost.moonstone ) por compartirnos tu historia!
Tati.-
Ph: Flor Falabella