Hoy es el turno de la historia de Lu Cibils.
“Bailas y bailas, te marcan secuencias, barra, centro, coreografías. Hasta que un día te preguntas:
¿En que momento aprendí todo esto? ¿Como fue que paso? ¿Como fue que me metí en esto?
Ahí indagas y te das cuenta que entraste en el fabuloso y maravilloso mundo de la danza.
Miras el pasado y pensas en todo lo que has aprendido y mejorado.
De pronto ya no querés salir más de esa vida, querés progresar y ser mejor cada vez y cada vez más. Te propones metas, objetivos que sin darte cuenta se van convirtiendo en un sueño:
(ser una excelente bailarina y buena profesional)
Que con el paso del tiempo se va cumpliendo, asistiendo a clases, cursos, subiendo a escenarios.
Te sentís una persona habilidosa, flexible, con una gran resistencia y fuerza no solo física, también psíquica. Obtenés un gran regalo: un alto nivel de persistencia, que luego lo aplicas a la vida cotidiana con cualquier otra cosa que te propongas. Y te das cuenta que ya estás entrenado. Que te facilito lograrlo.
Te hace dar cuenta que todo en el mundo es posible, que todo se puede!!!
Luego agradeces a las personas que te involucraron y apoyaron en ello. Te sentís infinitamente agradecida. Fueron el esfuerzo de tantos y tantos años, requirió de mucha dedicación, amor, constancia, coordinación. Tantas exigencias que son una tortura pero que al final lo valen!!! Eso es la danza: una combinación de tantos sentimientos, que nunca van a terminar de ser explicados y que además te sentís tan feliz de poder experimentarlos.”
A veces miramos lo que nos queda por llenar de un vaso, pero no miramos lo que ya tenemos lleno.
Lu pudo ver eso lleno de su vaso, ahora te animás a verlo vos?
Tati.-
Ph: Flor Falabella